viernes, 13 de abril de 2012

La gata negra

Kevin salió de su casa  como siempre a las 12 de la noche a fumar en la esquina. Luego de culminar el segundo cigarro decidió entrar de nuevo. Cuando ya casi lo hacía se dio cuenta que por la otra esquina caminaba de forma encantadora y misteriosa la gata negra. Él se detuvo a observarla por un instante hasta que la figura  desapareció en la oscuridad.
              Al día siguiente Kevin volvió a salir a la misma hora a fumarse algunos cigarrillos para despejar su mente, se sentó en el muro de  la esquina y cuando encendía unos de los cigarros se dio cuenta que la gata negra estaba parada en medio de la calle observándolo, él conecto su mirada con la de ella, la mirada de ella le insinuaba cosas. Pero Kevin tenía un poco de medio porque nunca había hecho tal cosa, así que se levantó y entró rápidamente en su casa.
            Al otro día demoró en salir, la noche estaba más oscura y él no quería encontrarse de nuevo con singular figura, pero la ansiedad de fumar lo indujo hacerlo, agarró los fósforos, algunos cigarros, abrió la puerta y salió. Volvió a sentarse en el muro, cuando ya fumaba y se relajaba, escuchó los voz excitantes de la gata negra que simulaban sus celos, Kevin volteó su mirada lentamente hacia ella y detalló la desnudez de su figura la cual lo invitaba a desaparecerse en la oscuridad de su piel, él cedió a tal propuesta y desde ese momento lo único que queda de él son los fósforos y los cigarros que dejó olvidados en la esquina de su casa.

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